Un conocido chapero local aparece muerto a manos de un psicópata en cuyos sangrientos rituales utiliza la sangre de las víctimas a modo de pintura. Su hermano Michael, un jesuita especializado en arte, se sumergirá en los bajos fondos de la ciudad para encontrar pistas sobre el asesino. Allí descubrirá un mundo donde la religión, el arte, el sexo y la muerte se unirán y, poco a poco, su fe se irá desvaneciendo.