Marcos y Jacobo, asesinos a sueldo, viajan hacia el Sur, a Andalucía, contratados por don Pedro, un poderoso latifundista, para poner fin a una posible rebelión de los campesinos. Marcos cumple la primera parte de su contrato matando a un anarquista recién llegado. Pero los campesinos reaccionan violentamente y los terratenientes no tardan en responder.