El agente especial Callen descubre en su casa a un espía que trabaja para Arkady, una unidad especial de la KGB en la que el mismo Callen trabajó anteriormente. El espía le informa a Callen de que un conocido filántropo multimillonario está a punto de recibir un cargamento de chips de contrabando con planos secretos e información confidencial del ejército de EE.UU. El equipo del NCIS deberá acercarse al máximo al rico filántropo y Kensi será la encargada de hacerse pasar por una atractiva cazarrecompensas para ganarse su confianza.