La caída del cardenal Wolsey es rápida y despiadada, debido a su incapacidad para conseguir la nulidad del matrimonio entre el Rey y Catalina. Despojado de oficio y autoridad, es desterrado de la corte y enviado lejos de su amado rey. Su inesperado sucesor es Thomas Moro, un hombre muy diferente al autoritario Wolsey, pero muy leal a Enrique.