Cuando Danny acepta un trabajo secundario como guardaespaldas de un ex convicto liberado hace poco que asumió la culpa de otra persona, aprovecha la oportunidad para ir tras el verdadero delincuente. Además, la esposa de Gormley, Sheila, le pide a Frank una posición de mando mayor, y Jamie y Eddie son testigos de una pelea de pareja entre dos policías que los lleva a reflexionar sobre su propia relación.