Ross quiere devolverle a la amante de su padre el dinero que esté se llevó, y pide ayuda a su propia madre. Hathaway está cada vez más preocupada por el estado anímico de Shep, que acaba de meterse en un buen lío. Lewis también está pasando un mal momento, ya que no acepta que, después de tanto esfuerzo, no haya podido conseguir la tutela de su sobrina.