El dominio de las armas blancas se pone a prueba de inmediato cuando cuatro herreros deben forjar una carpeta de fricción funcional. Sin saber cómo se probarán sus hojas, cada herrero debe encontrar el cruce crítico donde la habilidad se encuentra con la resiliencia para producir una navaja lo suficientemente versátil para manejar cualquier prueba imaginable. En última instancia, solo dos herreros llegan a la ronda final, donde deben recrear un tridente japonés llamado Jumonji Yari.