Alejandra confiesa quién es realmente a Verónica y, con esta verdad, el orden de todo lo establecido entre ellas se resquebraja. La aparición de nuevos datos sobre los últimos días de vida de Óscar provoca algo aparentemente difícil: que Alejandra y Verónica tengan que aliarse para descubrir qué fue lo que pasó en realidad con su muerte y, además, recurran a Conrado, en un trío protagonista que cabalga entre el thriller del asesinato y la desesperada necesidad de dar rienda suelta a sus instintos primarios.