Alfonso, Teo y Pascual descubren que esos nuevos polvos que llevaron a D. Julio los fabricó en realidad Almudena. Son buenos y el capo gallego ahora está dispuesto a pagar una gran cantidad de dinero y les pide más. Almudena, ambiciosa, ve una nueva oportunidad, sin embargo, Alfonso, cansado, solo ve nuevos problemas… Y Almudena le chantajea: si no continúas conmigo contaré a todos que mantenemos una relación sentimental… En el pueblo, María comienza a pegar carteles con la foto de su tío por su desaparición. María cuenta a Alfonso sus nuevas sospechas: ha aparecido el anillo de Francisco en el estómago de uno de los cerdos muertos del matadero. Vasco camina por la carretera con un bidón de gasolina, dispuesto a acabar con los cerdos de la granja de Salvador… Y María José se enfrenta sola a su primer discurso importante de la empresa, ante todos los jefes.