Durante un espectáculo festivo que tiene lugar en la calles de Nueva York, una persona disfrazada de payaso acude a un inmueble. Cuando llega al lugar, un hombre le abre la puerta del edificio, pero el payaso lo abate tras dispararle con una pistola. Sin embargo, la pista del asesino se pierde cuando poco después se presenta en el edificio una multitud de payasos tras leer un anuncio en el que indicaba cómo tenían que ir vestidos para conseguir un premio. El C.S.I. sospecha que fue el propio asesino quien puso el anuncio y que la llegada masiva de payasos al escenario le permitió huir del lugar sin problemas. A medida que avanza la investigación, los forenses centran sus pesquisas en un hombre que entró en un plan de protección de testigos de Kansas cuando, tras ser testigo de un crimen, se vio obligado a dejar atrás su vida, incluida a su novia embarazada.