Shirley defiende a un antiguo cliente que no quiere que su colección erótica victoriana se pierda en su divorcio, pero se queda sorprendida cuando Iván se opone al consejo. Alan toma medidas drásticas para ayudar a una amiga de Catherine de la que se están aprovechando en una residencia de ancianos. Mientras tanto, Paul reduce su tiempo en el bufete cuando Fiona empieza a tener prioridad, lo que provoca la preocupación de los demás socios.