Inma recibe una llamada telefónica desde Colombia. Se trata de Angelita, la abogada que está llevando el caso de Antonio. Le desvela que su esposo está internado en una prisión del país. Inma queda desconcertada, sin embargo, es el detonante que necesita para pasar a la acción. Y en prisión, las cosas no son fáciles para Antonio; uno de los presos intenta acabar con su vida.