La relación de Ana y Alberto sufre un nuevo revés. Después de que Raúl de la Riva se haya enterado de que ambos son amantes, el diseñador no se toma bien la noticia y está dispuesto a hacer algo que puede poner en peligro su propia colección. Por si eso fuera poco para Alberto, Mateo va a necesitar su ayuda para afrontar algo para lo que ninguno de los dos está preparado. Hacerse cargo de Lourditas, la hija de Bárbara. Por otro lado el negocio de las joyas va cobrando forma. Bárbara y Cristina se reúnen con un proveedor de joyas, el joven Valentín Alcocer, que no va a ponerles las cosas fáciles. Aunque quizá haya una esperanza. Parece que Valentín tiene debilidad por Patricia. Mientras tanto, Esteban trata de normalizar la relación entre su hija y Blanca con una cena. Pero la joven va a hacer gala de su carácter rebelde e insolente. Lo que no espera es que los planes que tienen para ella van a dejarla sin palabras.