Tras lo ocurrido en la fiesta Ana no ha ido a dormir a su habitación y al día siguiente no se presenta a trabajar. La noticia de su desaparición se extiende. El ambiente es de angustia, especialmente para las chicas Velvet, Alberto y Emilio, que temen lo peor. La única que parece tener un buen día es Cristina: se ha quedado embarazada y por fin tiene lo que necesita para recuperar a Alberto. Sin embargo, las consecuencias de sus acciones han hecho daño a mucha gente y la culpa empieza a apoderarse de ella. Enrique regresa a Velvet y se convierte en un obstáculo para Patricia al influir en las decisiones de Valentín. Para contrarrestar el efecto, ella acepta ser novia de Valentín al tiempo que se acuesta con Jonás para comprar su silencio. Pero no cuenta con que el dependiente empieza a entender las reglas de juego para usarlas a su favor. Por otro lado, Esteban está a punto de ser desenmascarado y trata de dejar atrás su trabajo de espía para darse una oportunidad con Blanca.